España, pionera en medicina preventiva
Fuente: eleconomista.es // 26.05.2020Todavía son muchos los españoles que únicamente acuden a su médico cuando les duele algo, una actitud que puede salirles muy cara si el problema es grave y no se ha diagnosticado a tiempo. Pero la situación está cambiando ya que España se ha convertido en un territorio pionero en medicina preventiva y está fortaleciendo su posición como uno de los referentes internacionales en este ámbito gracias a los programas que desde hace años impulsan de forma progresiva múltiples clínicas y centros sanitarios del país.
La medicina preventiva comprende cuatro tipos de actuaciones, como indican desde Sanitas. La primera se centra en la promoción de la salud, la protección y la quimioprofilaxis (administración de fármacos para prevenir enfermedades). La segunda, que también se denomina diagnóstico precoz, cribado, o screening, pretende la detección y tratamiento de la enfermedad en estadíos muy precoces con lo que las posibilidades de éxito son mucho mayores y el coste asistencial mucho menor. La tercera consiste en las actuaciones necesarias para prevenir las complicaciones y secuelas de una enfermedad ya establecida. Y la cuarta se centra en el conjunto de actividades sanitarias que atenúan o evitan las consecuencias de las intervenciones innecesarias o excesivas del sistema sanitario.
Además, desde la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), señalan que en los últimos años diferentes sociedades científicas de especialidades como UCI o Medicina Preventiva y Salud Pública, han desarrollado proyectos específicos para las infecciones asociadas a dispositivos especiales como son los Proyectos Zero. Su abordaje preventivo se basa en la aplicación de un conjunto de medidas para el cuidado de la salud. En la actualidad se dispone de Bateriemia Zero, Neumonía Zero, Resistencia Zero, Infección Quirúrgica Zero, Flebitis Zero y Sepsis Zero.
Una de las líneas de prevención en las que más se ha avanzado en los últimos años son las infecciones nosocomiales, es decir, las adquiridas durante la estancia en un hospital, que afectan a un 5,5% de pacientes en España, según datos del estudio Epine de 2016 presentados por la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, con la colaboración de Johnson&Johnson. Dentro de ellas, las más frecuentes son las infecciones del sitio quirúrgico, con una tasa del 28,16%; y tras ellas se encuentran las respiratorias, con un 21,85%; las urinarias, con un 20,05%; y finalmente las bacteriemias e infecciones asociadas a catéter con un 14,81%.
Precisamente, las XVI Jornadas Nacionales sobre Avances en Medicina Preventiva y la 1ª Jornada Nacional de Innovación Docente en Ciencias de la Salud, que se celebrarán en junio, tratarán temas como el uso de desinfectantes, el funcionamiento y recomendaciones de la central de esterilización, el reprocesado de endoscopios, los programas de prevención de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, las vacunas y la calidad asistencial.
Profesionales de la unidad de Medicina Preventiva del Hospital Reina Sofía han escrito el libro ¡Stop Infecciones Hospitalarias! que recorre la historia de estas enfermedades, cómo sobreviven las bacterias en el medio sanitario y cómo se hacen resistentes, qué medidas se pueden adoptar. La primera es la higiene de manos, realizándola en los cinco momentos que describe la Organización Mundial de la Salud, que se centran en los contactos que se producen en la zona del paciente durante la prestación asistencial.
Otras medidas son el uso de guantes, bata, protección facial según el riesgo de exposición, equipamiento del paciente, limpieza y desinfección ambiental, textil y ropa sucia, eliminación de residuos, prevención de accidentes biológicos, seguir las normas de circulación por el hospital o mantener la higiene respiratoria. Las vacunas o la quimioprofilaxis también son medidas de prevención para evitar el contagio, así como el aislamiento de personas con enfermedades contagiosas para la prevención, ya que la transmisión puede producirse por gotas, aéreas o de contacto.
Otro de los ámbitos en los que la prevención de la salud es cada vez más necesaria es el turismo y los viajes en general. Un total de 1.322 millones de personas se desplazaron por el mundo en 2017, un 7% más que el año anterior, según los datos que la Organización Mundial del Turismo. Pero pese a la importancia de estas cifras, apenas se han realizado estudios sobre las enfermedades y factores de riesgo para la salud de los viajeros.
Uno de los últimos estudios realizados observó el comportamiento de la salud de 460 sujetos, 79% de los cuales reportó enfermedad durante el viaje o la llegada: 69% tenía diarrea del viajero (TD), problemas de piel el 17%, 17% fiebre, 12% vómitos, infección de las vías respiratorias el 8%, el 4 % infección del tracto urinario, infección del oído el 2%, el 4% alteraciones gastrointestinales distintos de TD o vómitos, y el 4% de otros síntomas. De todos ellos, el 10% consultó a un médico y un 0,7% fue hospitalizado; el 18% tomó antimicrobianos. Un 25% informó síntomas en curso al regresar a casa. Durante las tres semanas de seguimiento, el 32% de los encuestados desarrolló síntomas de nueva aparición, el 20% fue al médico y el 1,7% fue hospitalizado.
Aumentar la investigación y el conocimiento es fundamental para mejorar la prevención. En este contexto, el pasado marzo la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria y la Sociedad Española de Epidemiología (Sespas y SEE) propusieron a los partidos políticos que trabajen en la elaboración de una ley específica sobre protección de datos en el área de salud, genética y en datos biométricos. Su propuesta llegó tras conocer el proyecto de ley de protección de datos presentado por el Gobierno, en el que no se contemplaban aspectos relativos a la salud pública ni a la investigación de enfermedades.
Para Sespas y SEE, lo importante, y así quieren trasladarlo a los representantes de los partidos políticos, es conseguir una Ley Orgánica de Protección de Datos que armonice la garantía de los derechos de los ciudadanos y el interés público de la investigación de enfermedades, de la vigilancia epidemiológica y de la salud pública. De ahí que insistan en la necesidad de crear una legislación propia para este ámbito que incluya todas las singularidades del sector para que se pueda seguir avanzando y mejorando la salud de los ciudadanos. Las enmiendas hacen referencia al interés público para llevar a cabo actuaciones sanitarias y estudios epidemiológicos necesarios para la identificación o prevención de un riesgo o peligro grave o inminente para la salud de la población.
Las propuestas de regulación de Sespas y de la SEE incluyen el ámbito de la investigación científica, y aluden al papel de los comités de ética, encargados de aprobarla. Entre las enmiendas, se hace referencia a los consentimientos informados y a los límites necesarios. Igualmente, proponen medidas para la utilización de tecnologías que permitan tratar a gran escala datos de salud provenientes de fuentes dispares.
Otro de los ámbitos en los que algunos centros están profundizando es la medicina integrativa. Como explican desde CMI, su ámbito de actuación engloba la medicina convencional y la natural para poner a disposición del paciente todos los instrumentos posibles para su curación. "Se trata de no menospreciar la potencialidad de la medicina natural, aceptando a su vez, el enorme papel que la medicina convencional ha tenido en la mejora de la calidad de vida y en la supervivencia de la población".
Este tipo de medicina integral atiende los aspectos globales del individuo: fisiológico, psicológicos, nutricionales y sociales. "Es importante destacar que la enfermedad, en muchas ocasiones, aparece como consecuencia de malos hábitos alimenticios y conductuales, que provocan un debilitamiento de nuestro sistema inmune". Y es que, como señalan desde esta clínica, mantener el organismo desintoxicado y un sistema inmune sano y fuerte es la manera más efectiva de evitar la enfermedad.
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